APRENDER A PENSAR POR UNO MISMO

APRENDER A PENSAR POR UNO MISMO


Aunque la Enseñanza Secundaria Obligatoria tiene como objetivo fundamental la transmisión de unos conocimientos elementales, el verdadero logro de esta etapa educativa se consigue cuando el alumno adquiere el dominio de las técnicas y habilidades intelectuales que son las que en verdad le van a ser útiles en su vida futura. En definitiva es "Aprender a pensar por uno mismo"

ALGO MUY PERSONAL

Estas le capacitan para seguir aprendiendo por su cuenta. De ahí la necesidad de dominar las técnicas del trabajo intelectual, para que el desarrollo de las propias estructuras mentales se convierta en algo personal e intransferible, ya que la asimilación de los conocimientos estará siempre en función de los siguientes supuestos:

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Una técnica eficaz de estudio que permita hacer buen uso de los distintos instrumentos intelectuales de que dispone

Actitud positiva frente a los nuevos conocimientos: deseo, interés, inquietud y necesidad de aprender
Las aptitudes y cualidades intelectuales con que cuenta el estudiante
La cantidad y calidad de conocimientos previos; es decir, nivel intelectual de base que permitirá marcarse objetivos más o menos importantes a corto plazo.
De los cuatro supuestos, el dominio de las técnicas del trabajo intelectual es el más olvidado, a pesar de que todas las investigaciones han demostrado que saber estudiar es decisivo no sólo para obtener los mejores resultados en el curso y aprobar los exámenes, sino para capacitar al alumno enseñándole a pensar y a aprender por su cuenta.

LAS TÉCNICAS APROPIADAS

Los continuos avances en el campo del saber exigen no sólo estudiar más, sino estudiar mejor, de manera eficaz, ya que cada día que pasa el alumno tiene que aprender más cosas y con mayor profundidad.

Ya no se trata simplemente de almacenar muchos conocimientos y obtener mucha información, sino de saber cómo y cuándo echar mano de esos conocimientos y utilizarlos convenientemente.

En esta empresa el conocimiento que los padres tengan de las técnicas de estudio servirá de valiosísima ayuda para prestar la necesaria colaboración a los hijos agobiados por la falta de tiempo y las dificultades escolares.

Decíamos al principio que el verdadero logro en la ESO no debe ser tanto la adquisición de unos conocimientos elementales, cuanto que el alumno adquiera el dominio de las técnicas intelectuales que le capaciten para seguir aprendiendo por su cuenta y, en este sentido, es necesario abundar en la idea de que es la escuela la principal encargada de enseñar a estudiar con eficacia.

Desde aquí hacemos también una invitación a los profesores a poner en práctica en sus clases las orientaciones que iremos ofreciendo para perfeccionar la forma del estudio y del trabajo intelectual de los alumnos

NECESIDAD DE UNA FUERTE MOTIVACION

Más importantes que las aptitudes son los motivos y el interés que mueven a estudiar. Pero no vale cualquier motivo.

Algunos tienen poca consistencia, aunque parezcan importantes, no son lo suficientemente fuertes como para fundamentar un aprendizaje eficaz. Esos son los denominados motivos secundarios.

Cuando una persona estudia como medio para conseguir premios, evitar castigos, vivir mejor, sacar buenas notas, obtener un titulo, lo hace impulsada por una motivación secundaria, extrínseca o de rango inferior.

Pero cuando la actividad de estudiar gusta por si misma y se busca como fin, como arma de cultivar la mente y desarrollar la personalidad, la motivación que impulsa es primaria, intrínseca y de rango superior.

Esta es la razón auténtica, la más fuerte.



¿En que fallan tos estudiantes?



Estudian de forma pasiva.
No captan las ideas fundamentales del texto.
No planifican el estudio.
No se encuentran motivados.
El nivel de participación en las actividades escolares es escaso o nulo
No dedican el tiempo necesario al trabajo personal.
La lectura suele ser lenta y poco comprensiva.
No se contrastan otras opiniones.
Desconocen las técnicas de estudio y de trabajo intelectual



PRlMARIAS O SECUNDARIAS

A continuación enumero algunas razones por las que estudian la mayoría de los alumnos. Intenta descubrir si las que te impulsan son de rango superior (auténticas) o de rango inferior (falsas, poco consistentes) y obtendrás un Perfil de tu propia motivación para el estudio

Estudio porque...

Resulta interesante, provechoso y atractivo
Todo el mundo lo hace y no tengo más remedio
Logro sobresalir y destacar entre mis compañeros.
Necesito ganar dinero y vivir bien, y eso se consigue teniendo una carrera.
Sencillamente es maravilloso saber más cada día. Me gusta.
Mis padres quieren que estudie y yo les hago caso
Con una carrera seré más feliz y haré felices a los otros.
Por sacar buenas notas y contentar a mis padres
Por no disgustar a mis padres. A ellos les ilusiona que estudie
No hay otra cosa más a mano que hacer que no sea estudiar.
Me encanta tener amigos y relacionarme, y la clase es el mejor lugar de convivencia juvenil.
Hoy todo el mundo necesita un titulo.
Con el estudio desarrollo mi capacidad mental. ¿Hay algo más valioso que la mente?
Me gusta una profesión determinada y me ilusiona ejercerla.
Lo considero imprescindible para desarrollar plenamente mi personalidad.