En una conferencia impartida en la Universidad Complutense en 2005, José Saramago disertó sobre la educación universitaria y la democracia. El autor de "La Balsa de piedra" ve en la universidad la esperanza de una sociedad en crisis. Aboga por la instrución y la educación de ciudadanos libres, comprometidos y críticos. No es buen ciudadano aquel que acata las leyes, sino aquel que las pone en duda y abre debates. Sobre los problemas de la enseñanza universitaria y el bajo nivel de los alumnos, Saramago explica que no se puede solucionar un problema cuyo origen está en los niveles inferiores, en la primaria y la secundaria.
En este sentido, José Saramago, con la claridad que lo caracteriza, indica que la escuela no puede educar porque los profesores no tienen ni la formación ni los medios necesarios. La sociedad, la familia, delega en la escuela un papel que a ellos corresponde, pero, en origen, los centros educativos tenían encomendada tan solo, que no es poco, la tarea de instruir. ¿Están de acuerdo? El debate es interesante y sustancial para nuestra labor.
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